Tu presencia me inhunda y se vuelve poesía
En la distancia, en la ausencia, mi corazón abierto te llama y latiendo te extraña
Intento adivinarte
camino el mundo buscando tu rostro,
mirando mil rostros pretendo encontrarte
Intuyo tu paso, aspiro tu ausencia
camino de la mano con tu no estar, abrazado a tu vació
Me acompaña la certeza de que eres, sin pretender ser mas,
y así, siendo, eres única.
Tu silueta y tu olor son el misterio,
tu boca palabras que inspiran mil versos.
Ojos de infinito del color de los anhelos
piel de marina estrella, que a mi toque se sonroja
piel de marina estrella, que a mi toque se sonroja
húmeda y tersa.
Aerea mujer, sensible como las alas de una libélula
arcana y libre te proclamas
más que adorno, más que amante, más que madre
y al ser vista te entregas, y solo entonces amas.
Perdiéndome en ti, me encuentro
en el tiempo, en los tiempos
en los ecos de tu alma
Ahora te sé, ahora te veo
Siento tu tibio cuerpo de blanca piel
cuando te poseo
aunque esquiva
como un cometa que cada tanto viene a mi
Siento tu tibio cuerpo de blanca piel
cuando te poseo
aunque esquiva
como un cometa que cada tanto viene a mi
Mirada profunda
Cabellera incendiaria que cual ígnea cascada
recorre graciosa tu ondulante espalda
Agitada mente de alcances ignotos
Intensa y temeraria
amante y riZueña
amante y riZueña
Buscamos unidos el reposo
quizá anhelando el despertar
a Zusanne Bouvier
quizá anhelando el despertar
a Zusanne Bouvier
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